Poco juegos tienen un inicio tan rompedor y emblemático como Estpolis, conocido en occidente como Lufia. La puesta en escena nos sitúa años antes de los acontecimientos con los que arranca el juego. Este detalle tarantinesco (visto también en el primer juego de la saga Tales, el inmortal Phantasia), carecería de importancia de no ser por la escasa pero intensa interacción que se produce entre los miembros de tu primer grupo y el soprendente carisma que alcanzan en la única hora que llegamos a controlarlos. No es de extrañar que la segunda entrega de Lufia se centrara en ellos, en una precuela que llegó a Europa como si del primer Estpolis se tratara, hecho que trajo consigo más contras que pros (a mi turbulento juicio siempre).
La cosa no acaba aquí. El arranque de Lufia se torna totalmente memorable con la aparición de la pequeña protagonista y su abnegación por el héroe de la historia madurada con el transcurso de los años, que pasan a toda mecha como si de una buena cogorza se tratara, pero que dejan la misma huella que su correspondiente resaca.
En los buenos RPGs las parejas están marcadas por la tragedia, y ahora que por fin el prota ha accedido a llevárse a Lufia con él durante su primer y peligroso viaje, sólo me queda la duda de si tardará mucho en intercalarse en la historia la trágica escena de separación momentánea. Pase lo que pase, Lufia ha sabido como ganarse mi admiración desde el primer momento. Si el juego durase las tres horas que he estado jugando, sería desde ya mismo mi RPG favorito.
4 comentarios:
Muy bueno el articulo =)
Aunque aun no eh jugado Lufia I ya que estoy mas centrado en Lufia II el cual es su presecuela..
Saludos.
PD: Espero puedas ver lo que estoy haciendo es sobre Lufia II: http://es.youtube.com/view_play_list?p=607BA04B7D7169AA
Qué tiempos con Lufia... Claro que lo voy a retomar, cuando me desatasque con las torres de colores XD El de DS es una pasada, me encantó la mazmorra que jugué en la Jump Festa.
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