07 marzo, 2011

Autoban resiste


Cuando vine a Osaka, lo primero que se me pasó por la mente fue visitar los salones Autoban, quizá los más conocidos de la ciudad gracias a un reportaje que le dedicaron en el magnífico programa Game Center CX. En aquel reportaje se veía un local de madera viejo, atestado de arcades antiguos que disfrutaban los estudiantes de la universidad de Kinki, a cuya entrada arranca el paseo comercial en el que está ubicado este templo electrónico.

Sin embargo, a principios de 2010 Autoban dejó de abrir súbitamente, e incluso se puso a la venta el local. Era el fin de otra leyenda. O esa creíamos... ¡Al cabo de unos meses, los míticos recreativos resucitaron! Y yo lo descubrí de rebote en uno de mis viajes, mientras buscaba otro salón por aquella zona.


Lo que realmente me trajo por el barrio de la universidad de Kinki fue la noticia de que había otros salones clásicos (de estilo retro) por allí, el UFO Part I (no confundir con el UFO de Fuse). Estos, en realidad, hacía tiempo que habían cerrado... (Parece que una maldición persigue a todos los salones que se llaman así). Encontré de chiripa el UFO Part II, y entré ilusionado pensando que había "adoptado" las máquinas del otro local... Pero nada más lejos de la realidad. Aquello era un vulgar pachinko.

Abatido, me acerqué al dueño del local para preguntarle si al menos había, por algún casual, unos recreativos "normales" en la zona... Y el hombre me respondió: "Claro, tienes los Autoban aquí mismo, de camino a la universidad". ¡¿Lo qué?!

Lo primero que pensé es que me estaba tomando el pelo. Se suponía que esos salones estaban cerrados, y o bien el señor no estaba al tanto o me estaba hablando de un sitio totalmente diferente que compartía nombre (como en el caso que comentaba del UFO, que parece ser una denominación bastante típica para unos recreativos en Japón). Lo segundo que me dije fue que "vaya coincidencia" que justo por allí estuviera el local que más me interesaba, pero que ni siquiera había perdido tiempo en buscar ya que había quebrado, en principio.




Lo mejor era salir de dudas. Me puse en camino, entre incrédulo e ilusionado, hacia la entrada de la universidad. Cuando vi la fachada roja supe que estaba cerca. Y el corazón me dio un vuelco cuando, efectivamente, vi una bandera naranja a mano izquierda con el nombre del salón, la misma que había visto por la tele años atrás...



Me detuve en la entrada para cerciorarme de que estaba en lo cierto. Sí, aquello era el Autoban, y estaba abierto. Resulta que al cabo de medio año de anunciarse el cese de negocio, el antro del buen vicio pasó a manos de una empresa que gestiona salones recreativos... Sin más dilación, entré.




Lo primero que vi fueron máquinas de purikura que no recordaba de aquel reportaje, pero por suerte solo había un par. Al fondo ya se empezaba a escuchar el glorioso sonido de hileras de recreativas...



La disposición de las máquinas dejaba varios pasillos abiertos, que si bien no eran muy anchos, permitían moverse libremente por el salón.




Imperaban los juegos de lucha 2D (Melty Blood, Arcana Hearts) para alegría de un servidor.


Esto era lo que iba buscando. Rincones rancios con columnas de madera roídas, cables colgando, cajas apiladas... Sí señor, empezaba a sentirme en un lugar con historia.




Las partidas costaban 50 yenes y la selección de títulos era más que buena. Había un número de arcades más que suficiente que se podían jugar sin problemas, ya que fui justo después de que los estudiantes hicieran la pausa para el almuerzo. La estrategia siempre es importante.




Los shooters de Cave no podían faltar a la cita. Estaban Mushihime sama, Esp Galuda II, Ketsui...


Por supuesto, no puede haber un salón recreativo que se precie sin una pequeña selección de muebles dedicados.


¡La legendaria máquina de los puñetazos! Esta versión no tenía cámara, por desgracia :) 


El rinconcillo del pachinko, vital para la superviviencia de unos salones hoy en día, por mucho que nos pese.


Detalle de los danmaku shooters. Era momento de dirigirse al segundo piso, pero...


Mec. Estaba cerrado. Allí era donde se suponía que estaban los muebles más antiguos, pero aquello, por desgracia, ya solo forma parte del recuerdo. Los nuevos dueños del Autoban tuvieron que sellar esa planta ya que no daba el suficiente dinero. Bueno, me conformo con que el local permanezca abierto, máxime cuando ya lo daba por muerto... Aquello fue un mal menor.




Visto lo visto, lo suyo era pulirse la calderilla en las máquinas que habían sobrevivido. Me llevé una alegría cuando vi este Marvel VS Capcom 2, con el que estuve jugando hasta que, como siempre, Zangief me dio pa'l pelo (lo mismo me pasa con la primera entrega, no consigo pasar del quinto combate contra la IA...).


Una vista general desde uno de los laterales del Autoban. Precioso.


Tras un buen rato en su interior, llegó el momento de decirle adiós. Marché hacia la estación más cercana, la de Nagase, deshaciendo el camino de la calle comercial.



Dicha calle comercial termina justo enfrente de la estación. Por suerte, llegar al Autoban no tiene pérdida, resulta bastante facilito orientarse si se sigue la hilera de tiendas que lleva a una de las facultades de la universidad de Kinki, referencia principal de un gran barrio que en su día reunió varios locales fabulosos...


3 comentarios:

Animaitor dijo...

Otro genial reportaje. Gracias Chibimogu!!

Una pena que el segundo piso estuviera cerrado pero como dices, al menos Autoban resiste. Curioso ver tantas Blast City. La verdad es que el game center tiene su encanto. Hasta disponían de una selección de shmups de CAVE!

En cuanto a la universidad de "kinkis"... sin comentarios XD

Chibimogu dijo...

Gracias a ti por leértelos, Animaitor :D

El día que fui me dejé llevar por la emoción de que estuviese abierto, pero pensádolo fríamente, es una jodienda que cerraran la segunda planta, ya que estaba a reventar de muebles retro y las partidas costaban 20 yenes. Era la planta clave del salón, pero lo que queda es motivo suficiente para pasearse entre kinkis ;)

Animaitor dijo...

Tienes ya pensado algún otro game center retro que merezca ser visitado?

No se dónde te pilló el terremoto pero espero que estés bien.

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